El dolor de muñeca o rodilla suele ser una afección común que puede tener diversas causas, desde la artrosis, artritis, el síndrome del túnel carpiano o el esfuerzo repetitivo, y aquí incluyo la mala práctica de yoga.
La artrosis afecta a las articulaciones, de cualquier lugar del cuerpo, cursa con dolor, rigidez, hinchazón, enrojecimiento y una disminución de la amplitud de movimiento. Es una enfermedad degenerativa causada por el desgaste del cartílago de la articulación que es el que amortigua el impacto entre los huesos. Al desgastarse este cartílago, los huesos rozan entre sí causando los síntomas propios de la artrosis.
La artritis reumatoide se origina cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca al revestimiento de la articulación, causando inflación e hinchazón. También es degenerativa y es probable que las articulaciones se deformen.
El síndrome del túnel carpiano ocurre en la muñeca y se debe a la compresión del nervio mediano. Cursa con entumecimiento, hormigueo y debilidad en la mano y el brazo. Suele ser común en actividades repetitivas con esfuerzo y aparece en personas con trabajos manuales de repetición, especialmente si el trabajo se realiza en un ambiente frío.
Tanto la artrosis, la artritis como el síndrome del túnel carpiano son dolencias que mejoran mucho con la práctica de yoga.
Hay varias herramientas que los profesores de yoga utilizamos para ayudar a los alumnos de dos formas: por un lado, evitar la aparición de estas enfermedades y por el otro, aliviar sus síntomas en caso de que hayan aparecido.
Te cuento las herramientas que utilizo en mis clases de yoga:
1. Movilización de las articulaciones en descarga: Los movimientos suaves y lentos, en los que no intervienen los músculos circundantes a la articulación, permiten que el líquido sinovial, que es el líquido que se encuentra en el interior del cartílago, entre hueso y hueso, se redistribuya por toda la cavidad articular, rehidratando la cápsula articular y aliviando el impacto entre huesos.
2. Correcta alineación de las articulaciones: Las articulaciones que se encuentran en las extremidades forman una “cadena cinética”, es decir, la articulación del hombro, junto con la del codo y la de la muñeca forman una “unidad motor”, donde las articulaciones de los extremos (muñeca y hombro) se mueven libremente y la central (el codo) sigue los movimientos de los extremos. Lo mismo ocurre con las articulaciones de la cadera, la rodilla y el tobillo. Por eso, una correcta alineación de las articulaciones es fundamental para que ninguna sufra.
Posturas como viradbhadrasana I y II (el guerrero I y II) o Utthitaparsvakonasana (el triángulo extendido) o Chaturanga dandásana (la postura del bastón), donde hay una flexión de la articulación central junto a la presión que ejerce el cuerpo contra el suelo para mantener la postura, pueden ser causantes de dolor en las articulaciones si no hay una correcta alineación entre las que forman la cadena cinética.
3. Movimientos conscientes: Ser consciente del movimiento implica concentración. La concentración ayuda a generar movimientos suaves y controlados, ayuda a poner atención a la correcta alineación de la postura, a controlar el impacto contra superficies rígidas.
La concentración, se genera cuando prestamos atención a la respiración, cuando atendemos a los dristis (los puntos donde dirigimos la mirada) y cuando ponemos atención plena a las instrucciones que da el profesor.
No hay concentración y, por lo tanto, hay más riesgo de lesión, cuando nos distraemos de la práctica, ya sea por estar pendiente de lo que dice o hace el compañero de al lado, como por tener la mente puesta en otro lugar.
4. Postura cómoda y firme: Al menor indicio de molestia; suelta la postura, recoloca y vuelve a entrar. Mantener una postura donde hay molestia o querer forzar una postura para llegar más lejos, lo único que puede ocasionar son lesiones articulares.
Fuentes de consulta: Mayo Clinic. Wrist pain. Capal tunnel syndrome..
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